Siendo conocedores de a lo que nos enfrentábamos, en esta ocasión nos volvía tocar escapar de un psiquiátrico. Al final, la locura nos define, pero no los gusta quedarnos encerrados en este tipo de lugares.
Tras una introducción bastante clásica en la que parecía que las cosas no iban a salir demasiado bien (algún mecanismo ya daba fallo de primeras), nos adentramos en la misión.
La ambientación no estaba nada mal y no encontramos nada fuera de lugar. De este modo, íbamos pasando por las diferentes estancias que hacían del juego algo completo.
Los puzzles y enigmas estaban relacionados con la historia, aunque alguno sí que era mejorable. Aun así nos encontramos algún fallo de secuencia que nos permitió salir sin abrir un elemento de la sala. El fallo de una de las pruebas que ya estaba hecha por nuestra seguridad es lo que puede restarle algo más en este aspecto.
Respecto al final del juego, no nos la esperábamos. El juego no estaba fluyendo como debía, y nos sorprendió llegar al final en ese instante. Pensábamos que aun quedaba más juego por delante.
El game máster estuvo atento durante toda la partida y nos ayudó en lo que consideró oportuno.
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